Los nuevos aranceles impuestos por China sobre productos agrícolas estadounidenses, como respuesta al reciente aumento de impuestos por parte de Estados Unidos a las importaciones chinas, entraron en vigor el lunes, intensificando las tensiones entre las dos mayores economías del mundo.
Guerra de Aranceles entre China y USA
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha implementado una serie de aranceles contra sus principales socios comerciales, incluyendo a China, Canadá y México, argumentando que estos países no han sido efectivos en el manejo de la inmigración irregular y el tráfico de fentanilo.
China, por su parte, es el país con el mayor superávit comercial en bienes con Estados Unidos.
Tras imponer aranceles adicionales del 10% a todos los productos chinos, Trump decidió el 3 de marzo incrementarlos al 20%.
China respondió rápidamente anunciando impuestos similares sobre productos agrícolas estadounidenses, que comenzaron a aplicarse el lunes.
Productos como el pollo, el trigo, el maíz y el algodón enfrentarán un gravamen del 15% al entrar a China, mientras que el sorgo, la soja, el cerdo, la ternera, los mariscos, las frutas, las verduras y los productos lácteos tendrán un impuesto del 10%.
Expertos creen que esta medida china está dirigida a afectar la base electoral del presidente Trump, aunque se mantiene lo suficientemente moderada como para no descartar la posibilidad de un acuerdo comercial.
Estas tensiones comerciales se suman a los desafíos que enfrentan las autoridades chinas para estabilizar la economía del país, caracterizada por un bajo consumo, una crisis persistente en el sector inmobiliario y una alta tasa de desempleo juvenil.
Un entorno cada vez más complejo…
Los aranceles impuestos por Washington podrían afectar significativamente las exportaciones chinas, las cuales fueron un factor clave en el crecimiento del gigante asiático el año pasado.
Algunos expertos sugieren que los efectos de estas medidas podrían no ser inmediatamente visibles.
Sin embargo, las exportaciones chinas ya mostraron una desaceleración en enero y febrero, con un crecimiento interanual del 2.3%, en comparación con el 10.7% registrado en diciembre.
«Dado que las exportaciones enfrentan riesgos debido a la guerra comercial, la política fiscal debe ser más proactiva», opinó Zhiwei Zhang, presidente y economista jefe de Pinpoint Asset Management.
Mientras continúa el enfrentamiento comercial entre Pekín y Washington, China lleva a cabo las «Dos Sesiones», su principal evento político anual, que reúne a miles de delegados de todo el país en la capital.
Durante un discurso el miércoles, el primer ministro chino, Li Qiang, presentó la estrategia económica del gobierno para 2025 y mencionó un «entorno externo cada vez más complejo».
Li también estableció un objetivo de crecimiento del «5% aproximadamente», el mismo que en 2024.
No obstante, muchos economistas consideran que este objetivo sigue siendo ambicioso dadas las dificultades económicas que enfrenta China.
«Si los gastos fiscales aumentan pronto, esto podría compensar el impacto a corto plazo de los aranceles en el crecimiento», estimó Julian Evans-Pritchard de Capital Economics.
Sin embargo, dado el contexto general, «aún no estamos convencidos de que el apoyo fiscal sea suficiente para lograr más que un impulso temporal», añadió.
¿Cuál crees que sea el futuro de esta Guerra de Aranceles entre China y USA?
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